Project Description

2019

Del 12 de abril al 12 de julio de 2019

El lenguaje de la mirada

exposición colectiva con obras de la colección de la Fundación Rac

Eija-Liisa Ahtila, Alexander Birchler, Teresa Hubbard , Susy Gómez, Sarah Jones, Aino Kannisto , Rita Magalhães, Tracey Moffatt, Marta María Pérez Bravo, Sam Samore, Beat Streuli, Eulália Valldosera

¿Cómo me miras?, ¿desde dónde?. La forma en que lo haces resulta determinante para mí, me defines y plasmas en lo material para hacerme permanecer en el tiempo, y con ello haces que los demás me miren de ese modo; píntame como me ves, fotografíame, capta una mirada que llegue al fondo de los que me observen, que les haga sentir incómodos. La mirada, esa sensación tan potente que me convierte en poderosa y quién sabe, si también invencible.

En esta exposición, que incluye el trabajo de un total de 11 artistas, 9 de ellos mujeres, se nos plantea la idea de la percepción, de cómo a través de la mirada se nos muestran diferentes perspectivas y emociones, de tal modo que sea cada espectador el que interprete y complete el trabajo del artista. Decía Sartre en su publicación sobre El Ser y la Nada, que la subjetividad de nuestra existencia depende de un Otro, y concretamente de su mirada, una mirada que nos haga ser conscientes de nosotros mismos y que le dé sentido a nuestra existencia. Es lo que Sartre llama “hacerse presente”. A lo largo del tiempo diversas mentes
se han ido interesando por esa mirada, desde filósofos como el ya mencionado Sartre, Lacan o Deleuze hasta artistas que quisieron dejar impreso y materializado algo tan abstracto é inmaterial, como es el acto de observar.
En este sentido, la artista Aino Kannisto nos dice que “tratar emociones negativas tan profundas nos permite afrontarlas y dejarlas ir”; es por ello que no se representa en actitudes felices, sino que se centra en el lado más oscuro del pensamiento.
Eulália Valldosera, artista catalana, desde la escala de su propio cuerpo analiza el mundo, centrándose en el ámbito doméstico, asociado siempre al territorio femenino. También Teresa Hubbard y Alexander Birchler, analizan en sus trabajos las relaciones entre el ser humano y el entorno y como esto se entremezcla con la arquitectura, relacionándonos con ella. La mirada de la mujer nos transmite la nostalgia de un espacio decadente y las consecuencias que tiene social y laboralmente su desaparición.
Por su parte Tracey Moffatt, artista australiana que explora las posibilidades de varios ámbitos como cine, video o fotografía; como imaginario visual se basa en el arte, los medios de masas o sus recuerdos de la infancia. En este caso, en su obra “Up in the Sky 6” la artista plasma lugares marginados geográfica, económica y socialmente jugando también con el aspecto racial.
La artista portuguesa Rita Magalhães, trabaja la pintura basada en la fotografía por lo que en sus obras vemos una fuerte inspiración pictórica. Marta María Pérez Bravo, es una artista cubana conocida sobre todo por sus fotografías en blanco y negro, donde utiliza su propio cuerpo expresando sus creencias mitológicas.
Sarah Jones, artista visual que trabaja principalmente la fotografía, se siente influenciada por el psicoanálisis entre otros ámbitos. También la española Susy Gómez construye su obra a partir de una reflexión sobre la identidad individual, apelando a la posición que ocupa el sujeto en el mundo contemporáneo. En las obras de Eija-Liisa Ahtila, fotógrafa y videoartista finesa, la historia está dotada de una gran importancia, invitando al espectador a inmiscuirse en la vida del retratado.
Por último y como contraste del trabajo de las citadas mujeres artistas se presentan las obras de los dos únicos artistas masculinos en esta exposición. En la planta baja nos encontramos con el trabajo de Sam Samore, un artista estadounidense, que se interesó en la privacidad y el mito en la sociedad contemporánea y que trabaja sobre todo con la fotografía y en la planta sótano se presentan tres trabajos de Beat Streuli, artista visual suizo cuya obra siempre ha estado próxima a los viajes, tanto en el sentido físico como en el de intercambio de ideas. Las personas retratadas en sus fotografías se pueden encontrar en las calles de cualquier ciudad del mundo. Son parte de la multitud y por tanto son anónimos.
Entendemos la mirada, por lo tanto, como experiencia fundamental de comunicación, y a mi modo de ver, la considero el lenguaje más universal. Esa mirada engendra futuros rasgos de nuestra personalidad, como la vergüenza, el pudor, el prestigio o el miedo.